En esta época del año, caracterizada por el frío, aumentamos considerablemente el consumo doméstico de energía, incrementando el uso que hacemos de la calefacción y del agua caliente.
Esto se traduce en un mayor coste económico, al que tenemos que sumar también el consumo de electrodomésticos e iluminación, llegando a pagar facturas con un coste nada desdeñable.
Este consumo repercute también en el medio ambiente, puesto que con la calefacción se emplean combustibles fósiles que generan la emisión de gases de efecto invernadero, principales responsables del calentamiento global.
Para ayudarte a reducir tu consumo, disminuir tu factura doméstica y cuidar la naturaleza, te damos estos consejos, fáciles de llevar a la práctica en tu día a día y que te resultarán muy útiles:epercute también en el medio ambiente, puesto que con la calefacción se emplean combustibles fósiles que generan la emisión de gases de efecto invernadero, principales responsables del calentamiento global:
-
- Si adquieres una casa, ten en cuenta su orientación. A más horas de sol directo, menor será el tiempo que tendrás la calefacción encendida, por lo que el gasto será asequible y estarás contribuyendo al cuidado eficiente del medio ambiente.
-
- Revisa la temperatura a la que programas la calefacción. Ten en cuenta que por cada grado que la aumentes, se incrementa el consumo aproximadamente en un 7%. Hay que tener en cuenta que en invierno, una temperatura de entre 19ºC y 21ºC es suficiente para la mayoría de personas.
-
- Extrae el aire de los radiadores. Es necesario purgar o sacar el aire a los radiadores al menos una vez al año. Hazlo al comienzo de cada invierno, ya que suelen acumular pequeñas burbujas de aire que impiden el paso del calor, con lo que no calientan con toda la potencia necesaria.
-
- El aislamiento exterior es el factor más importante para evitar la fuga de calor. Por ello, ventila únicamente diez minutos, tiempo suficiente para cualquier habitación, y revisa que las fugas de aire estén selladas.
-
-
- Revisa los filtros de la calefacción para que estén en buenas condiciones, ya que, al estar sucios o tapados, obstruyen el aire caliente.
-
-
- Nunca cubras los radiadores. Colocar un mueble demasiado cerca o poner ropa húmeda encima para que se seque más rápido no es aconsejable, puesto que el consumo será mayor.
-
- Abrígate también en casa. Tenlo en cuenta especialmente por la noche, cuando conviene tener apagada la calefacción.
-
- Evita fuertes cambios de la temperatura. El coste de calentar una habitación fría es superior a la de mantenerla a una temperatura más o menos constante.
-
- Si no vas a estar en casa durante un largo tiempo, apaga la calefacción o déjala en la opción más económica.
-
- Si adquieres una casa, ten en cuenta su orientación. A más horas de sol directo, menor será el tiempo que tendrás la calefacción encendida, por lo que el gasto será asequible y estarás contribuyendo al cuidado eficiente del medio ambiente.